¿Es real el efecto “despertador” y energizante que nos da el
café de las mañanas?
¿Es beneficiosa o perjudicial para el cerebro y el
organismo?
Al ser la sustancia
estimulante del Sistema Nervioso Central más utilizada y extendida del mundo,
debemos conocer todos sus efectos.
Popularmente, se le
asignan a la cafeína facultades casi milagrosas, como que permite mejorar la
concentración, el rendimiento intelectual, incluso el rendimiento deportivo y
la influencia en la perdida de tejido graso. Son muchos los estudios que han
intentado demostrar esto, pero han concluido que:
- La cafeína, por el
efecto que ejerce sobre los neurotransmisores, provoca mayor actividad celular,
y hace que la glándula pituitaria lo perciba como una situación de alerta y se
genere adrenalina. Esto hace sentir y pensar que la taza de café ha mejorado
nuestras capacidades mentales, pero lo que en realidad sucede es que la
adrenalina tensa los músculos, nos mantiene en alerta y aumenta los latidos del
corazón, pero no mejora la concentración ni el entendimiento.
- Un estudio de la
Universidad La Trobe, en Melbourne (Australia), afirma que abusar de las
bebidas con cafeína (incluido el té, los refrescos de cola y las bebidas
energéticas) incrementa el riesgo de sufrir alucinaciones, especialmente en
personas sometidas a mucho estrés.
- La cafeína que
contienen las bebidas energéticas puede ayudar a recuperar el vigor en momentos
puntuales, pero estas bebidas, que contienen también otras sustancias
excitantes de las que no se debe abusar, son muy peligrosas en exceso.
Un consumo excesivo de cafeína puede producir:
· Nerviosismo
· Taquicardia
· Insomnio
· Inquietud
· Temblores
· Acción diurética
· Dolores de cabeza
· Tolerancia
· Dependencia
Si crees que cada vez necesitas más cafeína para estar
alerta, puede que tengas cierta dependencia, esto puede llegar a ocasionar:
· Tristeza
· Sensación de fatiga
· Nerviosismo
· Dolores de cabeza
· Irritabilidad
· Dificultad de concentración
Es importante
mantener el consumo en un nivel moderado para poder beneficiarse de sus efectos
positivos, y evitar los negativos a largo plazo.