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lunes, 20 de mayo de 2013

Los zapatos de tacón alto pueden perjudicar tu salud




Para ser bella hay que ver estrellas…

Esta afirmación es tal vez una de las frases reconfortantes más usadas por las mujeres ante las molestias que le producen las ropas, fajas, peinados, cirugías y demás elementos adoptados para mejorar la imagen corporal. A esto no escapan los zapatos, prendas de vestir que inicialmente tenían una función protectora de los pies, a la que posteriormente se les dió una connotación de estilo y moda.

Los pies son una parte fundamental del organismo, tienen una estructura compleja ya que en ellos se encuentran huesos, articulaciones y ligamentos. Cumplen funciones básicas para el organismo como soportar el peso corporal y permitir la marcha, sin embargo los cuidados que diariamente reciben no son proporcionales a su importancia.

Problemas asociados con zapatos inadecuados

El uso de zapatos puntiagudos con tacón alto condiciona que el peso del cuerpo, normalmente distribuido entre el talón y el antepié, se desplace hacia la parte anterior del pie, aumentando la presión sobre los dedos y cambiando los puntos naturales de apoyo. Estos cambios obligan a la columna vertebral a corregir la postura aumentando la curvatura lumbar para compensar este desequilibrio. De esta manera, un zapato de tacón alto genera una serie de cambios en la dinámica corporal que afectan no solo a los pies y tobillos sino repercuten también en las rodillas, columna vertebral y en el aparato circulatorio.
Estos cambios suele ser más perjudiciales si existen condiciones médicas asociadas como la diabetes y la arterioesclerosis, enfermedades en las que la circulación, que ya se encuentra afectada, se deteriora aún más. Igual sucede con las mujeres jóvenes que fuman y además ingieren anticonceptivos orales, ya que esta combinación tiene un efecto negativo en el aparato circulatorio aumentando el riesgo de aparición de várices y trombosis venosas.
Las lesiones debidas al uso de zapatos inapropiados se caracterizan por dolor, entre las más frecuentes se encuentran:

  • Hallux valgus. Conocido comúnmente como juanete, caracterizado por la desviación hacia dentro del dedo gordo, se acompaña por dolor, irritación, inflamación e incluso procesos infecciosos.
  • Callosidades. El roce constante en zonas en donde el calzado se encuentre ajustado o apretado condiciona la aparición de callosidades.
  • Sesamoiditis. Los sesamoideos son dos huesos pequeños y redondos localizados bajo la raíz del dedo gordo. La tensión excesiva puede originar su inflamación e incluso su fractura.
  • Dedos en martillo. Esta deformidad afecta a los dedos pequeños y se caracteriza por un encorvamiento hacia arriba de sus huesos, además del dolor es frecuente la aparición de callos en la protuberancia formada.
  • Neuroma de Morton. A medida que aumenta la altura del tacón, aumenta también el esfuerzo en la punta del pie. Este exceso de presión comprime los nervios plantares, provocando hormigueo, dolor y ardor que empeoran al caminar.
  • Inestabilidad del tobillo. Los tacones altos producen inestabilidad para la marcha que favorece las caídas y traumatismos como esguinces, llamados comúnmente torceduras, estas lesiones de los ligamentos pueden ir desde un estiramiento hasta la ruptura parcial o total del mismo.
  • Inflamación del tendón de Aquiles. El uso continuo del tacón altera la tensión del tendón de Aquiles, el tejido de inserción de los gemelos (los músculos de la pantorrilla). La postura a la que obligan los zapatos altos acorta la longitud de este tendón hasta tal punto que puede llegar el momento en el que caminar descalzo o con zapatos plano resulte doloroso.
  • Artrosis de la rodilla. La artrosis de la rodilla es más frecuente en mujeres que en hombres, se debe al aumento de la presión en las superficies articulares de la rodilla que conlleva al desgaste de los cartílagos y el hueso circundante.

Como prevenir estos problemas

Un zapato apropiado debe ser capaz de vestir y proteger el pie, no debe crear callosidades ni lesiones por rozaduras, debe permitir caminar con equilibrio y debe respetar las modificaciones de volumen del pie en carga así como la circulación local.
A la hora de comprar zapatos se debe elegir un modelo que resulte cómodo, es importante probarse los zapatos en ambos pies y hacerlo preferiblemente después de caminar o al final del día. El calzado ideal debe ser cómodo, con un tacón de 2 a 3 cm., suela antirresbalante y punta ancha.
Cuando deba permanecer parada, mantenga un pie en alto y apoyado sobre un escalón, un objeto o un reposapiés. Alterne un pie tras otro. Cambie frecuentemente la postura.
No esté de pie si puede estar andando. Su columna sufre más al estar de pie parado, que andando.
Si debe usar zapatos altos procure que sea por períodos de tiempo cortos preferiblemente para estar sentada o hacer marchas cortas, tenga a mano zapatos cómodos para cambiarse.
Consulte a un centro especializado si tiene molestias, para evitar así síntomas molestos y lesiones deformantes.

http://suite101.net/article/los-zapatos-de-tacon-alto-pueden-perjudicar-tu-salud-a86779#ixzz2ScHIb400 
Foto: http://www.buenasalud.net/wp-content/uploads/2012/10/Cuando-los-tacones-afectan-tu-salud.jpg

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