Contacta con nostros

lunes, 4 de agosto de 2014

Como elegir el calzado del niño



Muchos padres nos consultan sobre cuándo y cómo elegir el calzado de sus bebés, pues entre la gran variedad disponible en el mercado y las opiniones diferentes que se escuchan, no siempre es fácil elegir. Lo ideal sería que los niños pudieran deambular descalzos cuanto más mejor y por diferentes superficies.

El pie de un niño está en continuo crecimiento y formación hasta los 14-16 años antes de osificarse completamente y la elección del calzado es importante para favorecer un correcto desarrollo.

Hasta los 8 ó 9 meses, los pies del recién nacido tiene una sensibilidad mucho más fina que la de la mano y luego se reduce de forma gradual. El hecho de calzar a los bebés les priva de información (tacto, propiocepción). Además, el hecho de apoyar el pie descalzo en todo tipo de superficies, también irregulares, contribuye al desarrollo muscular. Por eso se recomienda que durante los primeros meses vaya descalzo o con calcetines o patucos según la temperatura ambiental, usando zapatos ocasionalmente, siempre que no opriman el pie y le faciliten esta función táctil y evolutiva.

Cuando el niño empiece a gatear, podemos empezar a usar unos zapatos ligeros, traspirables, adaptados a la época del año, de suela flexible y antideslizantes,con las punteras reforzadas para proteger uñas y dedos. Por otro lado, la puntera debe ser ancha y alta para permitir el movimiento de los dedos. La parte trasera del zapato deberá ser alta y sin contrafuertes, con poco tacón, para facilitar el juego de la articulación. La planta del zapato tiene que ser ancha y de forma redonda o cuadrada para no oprimir el empeine.

Cuando empieza a mantenerse en pie, antes incluso de que empiece a caminar, los pies pasan a soportar el peso del cuerpo del niño por primera vez durante cierto tiempo y el calzado le debe proporcionar seguridad y equilibrio. Por eso, además de tener en cuenta lo anterior, han de sujetar el empeine con cordones, hebillas o velcro y ser poco escotados para que no se salgan con facilidad y el contrafuerte del talón debe estar reforzado, para favorecer la postura vertical, pero almohadillado, para evitar roces.

Los errores más frecuentes que se comenten con los zapatos infantiles son:


  •      Elegir un número más: Al pequeño le resulta muy difícil caminar con un zapato que le baila en el pie o que se le sale constantemente, le obliga a adoptar posturas que a la larga son perjudiciales y puede provocarle caídas. Elegir el tamaño adecuado (que no rocen la punta del dedo más largo, sino que lo superen 1.5 cm más de largo, que no aprieten y, en el caso de sandalias, que no sobresalga el talón por detrás…).
  •     Aprovechar el zapato hasta que se queda justo, es muy perjudicial que se lleve un zapato apretado. Los niños no suelen quejarse de que les aprieta el zapato, porque tienen unos pies muy flexibles que se van adaptando, no esperemos a que el niño se queje (tal vez lo haga ya cuando es demasiado tarde, porque tenga una herida). Es recomendable revisar los zapatos una vez al mes,  comprobando la distancia desde el dedo más largo del pie a la puntera y que se pueda introducir sin mucho esfuerzo nuestro dedo índice entre el talón del niño y el zapato. También hay que inspeccionar el pie del niño de cuando en cuando, vigilando que no haya rozaduras rojas o blancas ni que la uña, por donde acaba el zapato, siga el contorno del dedo en lugar de estar recta.
  •    Ponerle botas .El tobillo debe moverse y flexionarse libremente. Las botas deben utilizarse sólo para proteger del frío y la humedad.
  •    Abusar de las deportivas. Conviene que los niños las usen con moderación, porque favorecen la sudoración excesiva, provocando irritaciones en los pies e incluso hongos.
  •    Heredar. heredar zapatos de otros niños de la familia es una práctica poco recomendable, ya que los pies de cada persona son anatómicamente diferentes y cada niño tiene una forma distinta y particular de caminar. Unos zapatos usados siempre llevan la huella de su anterior dueño, pueden estar deformados o viciados, y es probable que al caminar le rocen o no le resulten cómodos. Por eso, salvo que estén completamente nuevos, es mejor no usarlos.
  •   Fiarse del número sin probar el zapato  ya que cada fabricante o modelo de zapato puede tener variaciones de forma y tamaño.


http://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/pediatria-infancia/son087072.html.
Foto: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixnfXphWazoLl0l8sAUsXdWFtK6y2P_tMASHbOMw6uC6fQ1RpF6mRZBJyx5F4NxQgomkKMVs7olCq8xWFfVTuN10XWKsOWkx5JFx5hfTHD4pm2XfBsftkLAQ3JnmNTky50-vfG5sN5SwW7/s665/nino_zapatos.jpg

No hay comentarios: