El estilo de vida actual, así como el ritmo acelerado al que nos enfrentamos día a día, afecta directamente nuestra salud, entre otras cosas. Una persona promedio pasa hasta 10 horas sentada frente a un oredenador, utilizando los teléfonos móviles, tablets, laptops o videojuegos afectando la postura. ES INEVITABLE EL USO DE LA TECNOLOGÍA EN NUESTRAS VIDAS.
Una mala postura puede generar en las personas contracturas en el cuello y espalda, deformaciones paulatinas de la curva natural de la columna así como estrés e inflamación de los músculos; estos síntomas se acentúan cuando el uso de la tecnología es excesivo.
De acuerdo con el Dr. Brian Wilson, especialista de Palmer College y fundador del Centro Quiropráctico Wilson, el 70 por ciento de la población mayor de 30 años padece inflamación en los discos invertebrales, provocando la pérdida de movilidad en algunas áreas de la espalda. Además, la mala postura ocasiona que los mecanismos del cuerpo se atrofien, deformándose y llegando a provocar mucho dolor y repercutiendo en la actividad laboral de las personas.
La dolores y afecciones provocados por la mala postura, pueden ser prevenidos y corregidos con la quiropráctica, ya que ésta permite detectar exactamente dónde se origina el problema y el rango de movimiento que se ha perdido y así trabajar con músculos y con el sistema óseo, para liberarlos de la tensión y devolver al cuerpo a un estado de equilibrio.
El uso excesivo de la tecnología afecta directamente a las personas; la quiropráctica se está volviendo parte de los cuidados primarios en los países occidentales puesto que es una forma de cuidado de salud que se enfoca en aumentar el rango de movimiento, permitiendo al cuerpo moverse de manera natural y expresando la salud dentro de las personas en su máxima capacidad.
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