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lunes, 29 de julio de 2013

Conducir con calor


Una temperatura superior a 24º C en el interior del vehículo produce sueño, cansancio y agresividad

En verano, el interior de un vehículo puede convertirse en un verdadero horno. La temperatura en él llega a ser hasta 15º C mayor que la temperatura del exterior. El calor del motor, el número de ocupantes o el color de la carrocería son factores que influyen en esta circunstancia. A 37º C aumentan los despistes y el tiempo de reacción. Por si fuera poco, una temperatura elevada produce sueño, cansancio y agresividad. Es entonces cuando se hace necesario el uso del aire acondicionado o del climatizador para conseguir una temperatura entre 19º C y 24º C. Éste es el intervalo ideal que favorece una conducción relajada.

Efectos en la conducción

El calor afecta a las capacidades y al comportamiento de quien conduce. Colocarse al volante en un día caluroso puede tener consecuencias para la salud. Se calcula que en el interior de un vehículo se pueden alcanzar hasta 15º C más que en el exterior, lo que repercute negativamente en el estado del conductor o conductora. "Un exceso de calor en el vehículo puede suponer una reducción en la capacidad de concentración y de atención, y una mayor probabilidad de aparición de fatiga y de somnolencia", precisa el asesor médico de la Dirección General de Tráfico (DGT), Juan Carlos González Luque. Las altas temperaturas ocasionan un fuerte factor de estrés, que conlleva una clara disminución del rendimiento físico y psíquico de las personas afectadas.
Según datos de la consultora Prevensis, la temperatura de un coche depende de la temperatura exterior, la superficie del automóvil que está expuesta a la radiación solar, el color exterior, la tapicería, la ventilación del habitáculo, el número de ocupantes y el calor que estos desprenden por el tipo de tejido y el color de sus ropas. Incluso el propio calor del motor puede provocar que, en días moderadamente calurosos, con temperaturas entre 15 y 20º C, se alcancen en el coche entre 20 y 35º C. Un estudio realizado por el grupo Frape Behr -dedicado a la producción y venta de equipos de climatización y refrigeración del automóvil- afirma que, en caso de radiación solar directa al cuerpo, pueden alcanzarse en la zona torácica y en los brazos temperaturas superiores a 70º C. "Una carga térmica que influye claramente en las reacciones y en las funciones del conductor", señala un portavoz de la empresa.
"Un exceso de calor en el vehículo puede suponer una reducción en la capacidad de concentración y de atención, y una mayor probabilidad de aparición de fatiga y de somnolencia"
La temperatura en la cabina es un factor determinante para la efectividad en el manejo del vehículo. Una temperatura elevada produce sueño, cansancio y agresividad. Esto afecta, principalmente, a cuatro aspectos: el cuidado, atención y obtención de información; el poder y la velocidad de reacción ante una circunstancia determinada; el nivel de estrés; y la duración en la conducción, ya que con más calor es más difícil aguantar jornadas largas al volante. El estudio llevado a cabo por Frape Behr revela que con estrés y calor aumentan los fallos en la conducción porque no se ven las señales de la misma forma, hay reacciones más tardías y es más difícil mantenerse en el carril.
Se calcula que a 37º C se hacen más del doble de movimientos correctores durante la conducción que en condiciones normales. Además, aumentan los despistes y el tiempo de reacción, mientras que el rendimiento visual es más reducido. Respecto a la agresividad que causa, está demostrado que la influencia del calor carga de hostilidad a quien conduce. De hecho, aumenta significativamente el número de veces que toca el claxon en un semáforo o en un atasco, así como la impaciencia. Las conclusiones del estudio de Frape Behr determinaron que a 38 grados y por encima del 70% de humedad el claxon llegó a ser accionado de forma continuada por un 34% de las personas que participaron en la investigación.

Evitar el calor en la moto
Si el calor puede resultar insoportable en un turismo, lo es aún más en una motocicleta. Sin posibilidad de aire acondicionado, el motorista recibe directamente sobre su cuerpo los rayos de sol. González Luque recomienda en este caso emplear "ropas y vestimenta adecuada". Hay prendas especialmente diseñadas para viajar en moto porque permiten la transpiración. "Esto hace que la temperatura deje de ser un problema", añade González Luque. Se venden cazadoras a las que se puede quitar las mangas para afrontar mejor las altas temperaturas, o ponérselas cuando comienza a refrescar. Otros modelos tienen aberturas en las axilas o en la espalda para conseguir que el cuerpo se ventile. El uso de cremalleras es muy práctico para regular esas aberturas.

http://www.consumer.es/web/es/motor/educacion_y_seguridad_vial/2007/07/10/164636.php
Foto: http://noticias.arteherramienta.com/wp-content/uploads/2012/08/conducir-con-calor1.jpg

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