¡Cómprese un manos libres! Deje de poner el teléfono entre su oreja y su hombro. Es fácil coger esta mala costumbre y fastidiarse el cuello... Una vez se ponga a usar el manos libres, lo va a disfrutar, así como su espalda y su sistema nervioso. Además, su postura mejorará.
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