Cada tratamiento, aunque sea benigno, conlleva algún riesgo (Inlander & Levin, 1988) (Starfield, 2000). Los consumidores más informados están más atentos al tema del riesgo cuando se someten a algún procedimiento. Durante el curso del cuidado quiropráctico, hay ciertas reacciones comunes que puede o no experimentar. La reacción más común conocida es una ligera sensibilidad en las articulaciones espinales o músculos (Hurwitz, Morgenstern, Vassilaki, & Chiang, 2005).
Esto es debido en parte, a que las articulaciones espinales comienzan de nuevo a moverse dentro de su rango normal de movimiento. La experiencia clínica sugiere que esto es una respuesta normal y natural del tejido a un ajuste. Las reacciones que siguen a un ajuste quiropráctico pueden variar de persona a persona. Algunos pacientes informan de un magnifico sentimiento de bienestar después de un ajuste. Otros sienten algo de malestar que normalmente se calma en pocos días.
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